Santo Domingo. El expresidente Leonel Fernández asegura que la gente ha perdido la fe en el gobierno de Luis Abinader, al que enrostra ofrecer y no cumplir, una afirmación de riesgo para el exmandatario, que tiene vigente un largo registro de promesas incumplidas que se agrandaron desde su segundo mandato. La lista es larga, pero entre las más notables se recuerda que en 2004, captando las inquietudes de los ciudadanos, Fernández prometió que todas las compras gubernamentales se harían a través de licitaciones públicas. Pese a esto, las licitaciones de grado a grado sustituyeron la Ley de Licitación Pública, abriendo nuevas puertas a la corrupción.
Un recuerdo de esto es el caso del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, que otorgó contratos grado a grado y abrieron una serie de escándalos de corrupción que terminaron después en la justicia, empañando la imagen de su Gobierno. Asimismo, garantizó obras prioritarias, combatir la pobreza, enviar a las cárceles a los corruptos del pasado y del presente, bajar los precios de los artículos de primera necesidad y reducir los impuestos. Nada fue cumplido y en el caso de los corruptos en su Gobierno solo empezaron a ventilarse algunos casos en el sucesor gobierno de Danilo Medina, como el caso de Félix Bautista.
Fernández prometió crear 500,000 empleos, pero al final más de 200,000 ciudadanos perdieron sus puestos de trabajo como resultado de la quiebra de empresas de zonas francas, factorías de arroz y otras compañías vinculadas al sector agropecuario, cierre y venta de decenas de hoteles, reducción de las ventas los productos como ron y cerveza.
El presidente Fernández juró privilegiar la educación pública, pero redujo significativamente la inversión en educación. Después de una tanda de críticas contra el Gobierno de Abinader por la situación económica de entonces, Leonel prometió rebajar los precios de la comida, a pesar de que el Banco Central admitía que los precios habían aumentado más de un 15%.
Para esa fecha, el aceite registró un alza, igual que el agua de botellón, la unidad de aguacate, el ajo, arroz selecto y el superior, la azúcar blanca y la crema. También subieron la berenjena, el café, la carne de cerdo, cebolla, guandules en lata, leche Carnation y leche evaporada de todas las marcas, la mayonesa, pan, papa, pepino, la picapica, plátano. pollo procesado, queso blanco, refrescos, salami, sal, sopita, velas y velones.
Fernández prometió rebajar los precios del gas propano, pero no solo aumentó de precio, sino que se le puso un impuesto de 167 pesos al tanque de cien libras.
Igualmente, prometió bajar el precio del gasoil, pero este producto subió en más de un 50%. Como parte de su hiera de promesas, el ahora presidente de la Fuerza del Pueblo juró en 2004 que rebajaría la tarifa eléctrica y acabaría con las interrupciones de energía, pero en los hechos se dispararon las facturas y más comunidades sufrían los apagones del servicio.
En estos días condena al gobierno por la concertación de préstamos, aunque después de haber jurado no hacer estos compromisos, aumentó la deuda pública en más de US$ 6,000 millones desde agosto de 2004 a marzo de 2007. La promesa de que en su Gobierno no se aplicarían más impuestos quedaron también sepultadas cuando impuso tres reformas fiscales que le garantizaban RD$ 100,000 millones todos los años, al menos 300,000 entre 2004 y 2007. La promesa de que bajaría el gasto corriente fue incumplida, porque Fernández lo elevó de RD$ 82,000 a RD$ 175,000 millones.
En noviembre de 2004, Fernández prometió combatir el crimen y la delincuencia, pero la delincuencia y la criminalidad aumentaron sin control. Su actual campaña de críticas al Gobierno no tiene soporte en los hechos, comparado con los dos años de gestión de Abinader, que ha adecentado la Administración pública y procurado el mejor manejo de las finanzas y la inversión social.